¿Qué tipo de bolsa de vacío necesitas para envasar tus productos?

El envasado al vacío es una solución de embalaje utilizado principalmente por la industria alimentaria con la finalidad de conservar correctamente un producto y garantizar su protección. La técnica consiste en extraer el aire del producto, para lo que se pueden utilizar máquinas especiales como las envasadoras al vacío. 

El vacío puede usarse para envasar alimentos líquidos, viscosos, sólidos y polvos de las más diversas categorías como cereales, lácteos, carnes o vegetales, prolongando la vida útil de los alimentos. Así, un producto conservado al vacío mantendrá su sabor, color, olor y textura original.

En este proceso una de las interrogantes más comunes tiene que ver con el tipo de bolsa a elegir, lo que será determinante para que el contenido se mantenga en perfectas condiciones, favoreciendo resultados óptimos en cuanto a tiempos, costos y procesos de producción.

Las bolsas de envasado al vacío pueden variar principalmente en su uso, estructura, espesor y transparencia, factores a tener en cuenta siempre considerando las características del producto. ¿De qué se trata cada uno de estos factores? Te lo contamos a continuación:

Uso: se debe tener en cuenta el proceso al cual será sometido el producto en conjunto con la bolsa. Por ejemplo, para cocción o sous-vide, la bolsa tendrá que contemplar características que la hagan resistente a la temperatura; para pasteurización o esterilización, la bolsa debe resistir tanto la temperatura como la presión del autoclave; para uso en casa o pequeños comercios, la bolsa debe ser gofrada pues facilitar el vacío con equipos caseros.

En otros casos, posterior al vacío se realiza el proceso de termoencogimiento, que comúnmente se aplica en carnes y cecinas, donde la bolsa debe ser termoencogible retráctil para tomar la forma del producto. Por otro lado, en caso de productos sensibles a la luz solar, será necesario que la bolsa considere algún tipo de protección UV.

Estructura/Barreras: se refiere a la composición de las capas de una bolsa, pudiendo estar compuesta por materiales como nylon, polietileno, poliéster, PVDC y EVOH, que en sus diferentes combinaciones generan las barreras necesarias para evitar la descomposición de los alimentos. Lo recomendable es seleccionar la estructura o tipo de barrera en función del tiempo de duración establecido para el alimento. Por ejemplo, para mantener alimentos como queso o carne fresca es adecuada una bolsa de barrera baja; mientras que el envasado de productos destinados a ser congelados requerirá de una bolsa de barrera media o alta.

Espesor: se refiere al grosor y se mide en micras, por lo que lo importante es identificar cuántas micras vamos a necesitar para proteger nuestro producto, considerando su grado de agresividad hacia la bolsa, o filo. Es así como para envasar un producto con hueso necesitaremos más micras que para envasar uno sin hueso y de textura suave.

Transparencia: existen bolsas de color transparente-lechoso y bolsas de alta trasparencia. Su elección depende de si se quiere exhibir o no el producto; una decisión que puede ser bastante importante en un sector donde la presentación incide cada vez más en las preferencias de los consumidores en el momento de la compra. Y si bien no tiene que ver directamente con la transparencia, en línea con este factor será relevante asegurar la calidad de la impresión y un atractivo diseño de la bolsa.

En definitiva, a veces lo parecen, pero no todas las bolsas de vacío son iguales. Asimismo, no todas cuentan con los estándares requeridos para el contacto directo con alimentos.

Las bolsas de vacío comercializadas por Plaspak son certificadas por la FDA, KOSHER, CFIA, QS y cumplen lo establecido en el artículo 126 de la Resolución Sanitaria de Alimentos (RSA), descartando toda posibilidad de contaminación o migración de algún componente de la bolsa hacia el alimento.

¿Necesitas ayuda para elegir la bolsa adecuada para tus productos? ¡Conversemos!